Aireado, ligero y transpirable.
Los zapatos de malla son debe tener en tu colección de calzado. Son aireados, ligeros y transpirables, y muy de moda. Deleitan con su perfecto aspecto... hasta que aparecen en ellos los primeros signos de uso. Afortunadamente, sabemos cómo tratar con ellos.
Los zapatos de malla generalmente están hechos de plástico. Aunque no suelen amarillear como sus homólogos de tela, lavarlos en la lavadora no es una buena idea. Sin embargo, si decide seguir este camino, recuerde que pueden aparecer pequeños agujeros y desgarros más grandes y antiestéticos en la parte superior delicada. ¡Te advertimos!
Para evitar este escenario, siga las reglas mejor prevenir que curar. Trate de evitar usarlos con los pies descalzos. Las manchas y decoloraciones pueden aparecer de esta manera. Merece la pena llevar contigo una goma de borrar y un paquete de toallitas húmedas, que podrás utilizar en cuanto notes suciedad.
¿Después de los pájaros? ¡Aviso! Sabemos cómo restaurar zapatos de malla para que vuelvan a lucir genial ¡Hagámoslo!
El material delicado requiere un manejo cuidadoso
La malla es un material muy delicado y sensible. ¡Tratarlo con dureza puede causar daños irreversibles! En lugar de frotar la suciedad enérgicamente con un cepillo duro, tenga paciencia. Un cepillo de cerdas suaves y movimientos circulares lentos repetidos casi hasta la saciedad deberían producir los resultados deseados.
Sin embargo, antes de comenzar, asegúrese de quitar los cordones. De esta manera, podrá eliminar a fondo las manchas difíciles. Lava los cordones con ropa blanca para recuperar su blancura prístina. También puedes sumergirlos en un agente blanqueador. Si eso no funciona, reemplácelos por otros nuevos. A bajo coste, le darás una segunda vida a tus zapatos.
Antes de aplicar los métodos que hemos comentado, es obligatorio limpiar la parte superior de los zapatos con un cepillo de cerdas suaves. De esta forma, eliminarás el polvo y la suciedad acumulada y evitarás que penetre en el material.
#1 Lavavajillas líquido y agua tibia
Una de las formas más fáciles y económicas de deshacerse de las manchas difíciles en los zapatos de malla es usar una mezcla de agua y líquido para lavar platos. Frote la espuma obtenida de esta manera en el material con movimientos circulares. Hágalo suavemente con un cepillo de dientes viejo de cerdas suaves.
¿La suciedad no sale? Es una buena idea remojar los zapatos en un recipiente con agua tibia y jabón o líquido para lavar platos. Sin embargo, recuerda que secar los zapatos mojados lleva tiempo. No aceleres el proceso usando un secador de pelo, ya que esto puede hacer que la suela se despegue.
En su lugar, deje sus zapatos en un lugar cálido y seco. Una buena solución será exponerlas al sol, lo que hará que la malla quede un poco más blanca. Para acortar el tiempo de espera, puedes poner una toalla de papel blanca dentro de los zapatos. Evite los periódicos viejos que podrían decolorar la parte superior.
#2 Bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno
Si quieres deshacerte de las manchas de suciedad, puedes preparar una pasta de bicarbonato de sodio, agua oxigenada y agua en una proporción de 2:1:1. Frote la mezcla en la suciedad con un cepillo de dientes de cerdas suaves. Hazlo con cuidado con movimientos circulares.
Deje la mezcla en los zapatos durante unos 30 minutos y luego retírela completamente. ¡Atención! Tal pasta puede tener un efecto blanqueador. También merece la pena arrastrarlo sobre el resto de la parte superior para que la suciedad vieja no sobresalga del resto del material.
#3 Vinagre
Otro remedio casero para limpiar los zapatos de malla blanca es usar vinagre. ¡Seguro que lo tienes en tu cocina! Viértalo en una botella con un atomizador y rocíe la suciedad. Si dejas tus zapatos al sol, obtendrás un efecto extra de blanqueamiento y tus zapatos lucirán como nuevos.
#4 Blanqueador
El último recurso en la lucha contra la suciedad de la malla blanca de los zapatos puede ser un producto blanqueador. Recuerde que este método puede traer resultados indeseables, por lo que vale la pena tratarlo como último recurso.
Para evitar la decoloración amarilla, asegúrese de mezclar lejía con agua. Utilice una relación de aspecto de 1:5. Además, no olvides usar guantes. Aplicar el producto puntual sobre el tejido para eliminar la suciedad visible. Luego enjuague los zapatos con agua fría y déjelos secar por completo.
No te olvides de los detalles
Cuando tus zapatos de malla luzcan casi como nuevos, no te olvides de los detalles. El efecto final puede ser contraproducente si dejas los cordones sucios y la goma de la suela amarillenta. Para blanquearlo de manera efectiva, puedes usar la "esponja mágica". Empápelo en agua tibia y exprímalo bien. Luego limpie las suelas hasta que recupere su color blanco como la nieve.