Sandalias para un niño de un año.


La temporada navideña es un momento extremadamente cómodo para que los niños pequeños aprendan a dar sus primeros pasos. Cuando hace buen tiempo, puede pasar mucho tiempo al aire libre y explorar el espacio. Al elegir los primeros zapatos para un niño, seguimos muchas reglas y revisamos cada detalle para que el pie pequeño quede satisfecho.

Hacer zapatos

En verano hay que tener en cuenta que, como solemos llevar sandalias, raramente usamos calcetines. La delicada piel del niño intensifica todo aquello con lo que entra en contacto directo. Entonces, ¿qué sandalias para un niño de un año debería elegir para que pueda cubrir de forma fácil y estable las primeras distancias al aire libre, sin ampollas ni abrasiones?

Prestemos atención a la calidad del material del que están hechos los zapatos. El cuero natural funciona mejor. Cuanto más fino y suave, mejor. Si las correas están rígidas, gruesas e inflexibles, rápidamente comenzarán a doler e irritar la pierna del bebé. También echemos un vistazo a las hebillas de metal. Si no están cubiertos de ninguna manera, el contacto directo con la piel puede atraparla (por ejemplo, al abrocharse los zapatos). Además, tenga cuidado con los adornos, lentejuelas, lazos u otros elementos adicionales adheridos a los zapatos. Es importante que estén en el lugar correcto en el calzado, sin molestar el pie.

Colocación del pie

Los zapatos de verano para un niño de un año deben ser lo más transpirables posible, pero al mismo tiempo estables. Si, además de sandalias, compramos calzado deportivo, preste atención a la presencia de agujeros y mallas que realizan una función de ventilación. También es importante que la pieza de la espalda adyacente al talón evite la deformación de la marcha. Un espacio adecuado para los dedos, a su vez, evitará que se aprieten y limitará la libertad de movimiento durante el equilibrio en el juego.

También echemos un vistazo a la suela, si es lo suficientemente suave y se dobla 1/3 de su longitud. Si es tosco, grueso y no susceptible al juego de pies, definitivamente limitará la comodidad de un niño que camina. Recuerde el peso de los zapatos: cuanto más ligeras sean las sandalias para aprender a caminar, mejor.

Zapatos de verano para un niño mayor.

¿Qué sandalias para un niño de dos años debería elegir un padre? Si bien aprender a caminar es la base y a la hora de elegir los primeros zapatos para un niño, prestamos atención a muchos detalles, para los niños un poco más grandes también compramos calzado sólido y saludable. El pie de un niño pequeño se forma durante los primeros siete años de su vida, y este es estratégicamente el momento más importante para prevenir varios defectos y problemas.

Al comprar sandalias para un niño de dos años, tengamos en cuenta la forma de sus pies. La altura del empeine y el ancho del pie son cruciales. Puede resultar que un pie estrecho y de filigrana en una sandalia demasiado ancha tenga demasiado espacio en los lados y, en términos de longitud, los zapatos resulten ser de una talla demasiado pequeña. Por eso el corte es crucial. Cada marca tiene diferentes dimensiones del inserto. Recordemos esto.

Calzado ortopédico

Evite los zapatos demasiado construidos y rígidos (¡especialmente los ortopédicos!), A menos que el médico los haya recomendado. Basta que las sandalias de los niños tengan una espalda suficientemente rígida (pero no demasiado dura) y una plantilla perfilada. Veamos también las correas delanteras para ver si sujetan los dedos correctamente. Las sandalias seleccionadas correctamente para un niño de dos años evitan que el pie se deslice hacia adelante o se doble hacia los lados.

Recuerde que la estabilización de la marcha es principalmente la base para un movimiento seguro y un riesgo reducido de lesiones (por ejemplo, esguince de tobillo). Los niños solo adquieren precisión en los movimientos y aprenden sus habilidades de equilibrio, por lo que si el calzado daña de alguna manera estas habilidades, el niño pequeño puede caer al suelo con mucha más frecuencia. Lo mismo ocurre en el caso de una talla de zapato seleccionada incorrectamente. Demasiado apretados: restringen los movimientos y son una fuente de incomodidad. Los demasiado grandes, por otro lado, distorsionan la marcha, aumentan los pasos arrastrados y los pasos descuidados.

Desarrollo saludable de los pies de los niños pequeños

Las sandalias bien elegidas para un niño de un año son un eslabón extremadamente importante en la forma de construir una figura y una actitud saludables de nuestro hijo. Las aleaciones son la clave aquí. Todas las deformidades de la marcha repercuten en diversos trastornos y disfunciones, de cuya existencia conoceremos más adelante, cuando las afrontemos. Al mantener una mala postura, afectamos la columna y las rodillas. No se trata solo de pies estéticos. Cuidando nuestro andar, cuidamos de todo el cuerpo y es una inversión a largo plazo.

Zapatos nuevos o usados ​​para niños: ¿qué elegir?

Esto debe enfatizarse enfáticamente. Solo compramos calzado nuevo con una plantilla no usada, previamente no deformada. Los zapatos, aunque ligeramente doblados, contribuirán a la consolidación de patrones de movimiento incorrectos desde el principio. El niño se acostumbrará rápidamente a esta posición de los pies y sucumbirá a ella. Solo las sandalias nuevas para un niño de un año serán la mejor solución. A esta edad, el niño pequeño recién comienza la aventura con una caminata independiente. No permitamos que estos primeros momentos tengan consecuencias negativas. Cuidemos los pies de los más pequeños. Los pies sanos significan un cuerpo sano.