¿Por qué me rozan los zapatos?
Existen al menos varias razones para la aparición de abrasiones dolorosas en los pies. Lo más habitual es, por supuesto, el hecho de que los zapatos sean nuevos, por lo que todavía no han tenido tiempo de adaptarse a la forma de tus pies. Sin embargo, esta no es la única razón. ¿Por qué me rozan los zapatos?
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Los zapatos están mal elegidos. Vale la pena señalar que los pies pueden rozar tanto los zapatos demasiado pequeños como los demasiado grandes. Por lo general, culpamos a los zapatos demasiado ajustados por las molestas abrasiones en los talones, tobillos o dedos de los pies. Esto es cierto, por supuesto, pero los zapatos que son demasiado holgados y carecen de un soporte estable para los pies también son un problema. Esto puede provocar rozaduras, pero también lesiones más graves. A su vez, los zapatos demasiado apretados, además de las abrasiones y las dolorosas ampollas, contribuyen a aumentar la sudoración del pie, a la deformación o al daño de la placa ungueal. No subestimes el problema y elige siempre con cuidado la talla de tu zapato, porque resulta que un talón rayado, aunque doloroso, es uno de los problemas menores.
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Material de mala calidad. El problema de las rozaduras en los tacones ocurre con mayor frecuencia en el caso de zapatos hechos de materiales de calidad inferior, por ejemplo, cuero ecológico. La característica decisiva en este caso es un precio mucho más bajo, por lo que puede permitirse varios pares en lugar de uno de cuero genuino. Por otro lado, los zapatos hechos de cuero natural son mucho más caros, pero se caracterizan por una mayor ligereza y plasticidad, gracias a lo cual el pie no suda y el zapato en sí se ajusta más rápido a su forma. Este problema debe ser prestado especialmente por personas con pies sensibles, propensos a ampollas, abrasiones y dolor persistente.
Las abrasiones en los pies, aunque comienzan de manera bastante inocente, pueden provocar problemas graves y, en casos extremos, una infección inflamada que requiere la intervención de un médico. No subestime el problema y actúe antes de que el enrojecimiento discreto de su talón termine con ampollas dolorosas que revientan y heridas sangrantes.
¿Qué hacer para evitar las rozaduras de los zapatos?
El roce en los talones es un problema desagradable y, a menudo, doloroso. ¡Descubre algunas formas comprobadas de frotar tus zapatos y usarlos con alegría!
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Intente estirar suavemente los zapatos. Un calcetín grueso y ligeramente húmedo funcionará bien. Una caminata de varios minutos debería solucionar el problema del calzado demasiado ajustado. Si es necesario, puede repetir la actividad durante varios días. Consulte también nuestro artículo, en el que sugerimos otras soluciones para ayudar a descomponer los zapatos demasiado pequeños.
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Cepille sus zapatos con una crema grasosa. El cosmético suavizará el material, por lo que no irritará la piel de los pies. Además, la crema da un deslizamiento, lo que permite que el pie trabaje más libremente dentro del zapato. Este método también es ideal para sandalias.
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Talco o talco para bebés. El producto minimizará eficazmente la sudoración excesiva de los pies, que es una causa frecuente de abrasiones o rozaduras posteriores. El talco absorberá la humedad, reduciendo así el riesgo de daño a la epidermis.
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Inserciones de gel. Es mejor ponerlos en sus zapatos inmediatamente después de comprarlos para evitar que surja un problema. Las plantillas de gel, disponibles en zapaterías, son un método excelente para el calzado abrasivo, ya que minimizan el deslizamiento del pie dentro del zapato, protegiendo el talón y la parte media del pie. También funcionarán en el caso de sandalias, tacones altos y modelos de cuña.
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Tacones para zapatos. Puedes comprarlos en zapaterías, y la correcta adherencia del producto dentro del calzado garantiza una protección eficaz contra las abrasiones.
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Consiga la ayuda de un zapatero. Una buena forma es devolver un par de zapatos problemáticos a un zapatero que, con la ayuda de herramientas profesionales, eliminará la causa de las abrasiones de la piel.
La preparación adecuada de los zapatos nuevos es fundamental, por lo que vale la pena ocuparse de este problema antes de ponérselos por primera vez. Sin embargo, si ya ha experimentado enrojecimiento o abrasiones que le imposibilitan caminar cómodamente, será necesario un cuidado adecuado de los pies para reducir el dolor persistente. Un baño caliente aliviará tus pies, lo que aliviará las dolencias. También debe recordar proteger la piel de una mayor agravación del problema: use parches protectores para este propósito, cambie los zapatos a un modelo diferente y deje la herida con la mayor frecuencia posible sin vendaje, lo que acelerará la curación.