Los pies de los niños requieren un cuidado especial
Como regla general, el calzado debe ser reemplazado cada pocos meses. Sin embargo, no existe un límite de tiempo específico para usar un par de zapatos, y los niños no siempre saben cuándo sienten molestias por usar zapatos apretados o incómodos.
Por esta razón, es sumamente importante observarlos constantemente y sacar conclusiones. Hay varios aspectos a considerar al determinar si es hora de comprar zapatos nuevos.
Ciertamente, los zapatos deben ser reemplazados si su hijo se debilita o se siente incómodo para moverse. Probablemente los zapatos le quedan demasiado apretados y le rozan los pies, causándole dolor al caminar. También eche un vistazo a la parte superior y la suela. Si nota costuras sueltas y signos visibles de desgaste en los dedos de los pies o en los talones, asegúrese de buscar un nuevo par de zapatos para su hijo.
Sin embargo, al comprar zapatos para niños, debe recordar que los pies pequeños requieren un cuidado especial. Hemos preparado una lista de los errores más comunes. Comprueba que no los estás cometiendo.
#1 Comprar zapatos de segunda mano
Si bien la ropa de hermanos mayores o primos es una excelente manera de ahorrar dinero, comprar zapatos usados puede resultar fatal.
Después de todo, el calzado se adapta a la forma única del pie del usuario, que es única.
#2 Comprar zapatos demasiado grandes
Los pies de los niños crecen a la velocidad de la luz. A muchos padres les resulta tentador comprar zapatos más grandes, que en teoría deberían durar más.
En la práctica, sin embargo, puede hacer más daño que bien. Más específicamente, el calzado que no combina puede causar caídas, tropiezos e incluso un desarrollo anormal del pie.
#3 Persiguiendo las últimas tendencias
Las chancletas o botas en miniatura pueden verse lindas, pero ciertamente no brindarán el soporte necesario para los pies pequeños que se necesitan para su correcto desarrollo. Por este motivo, evita comprarle a tu hijo los típicos zapatos de adulto, como chancletas, chancletas o botas vaqueras de fantasía con la punta en punta.
Lo que se ve delicioso en las fotos en realidad puede causar problemas en los pies en la edad adulta. Por ejemplo, los dedos puntiagudos mencionados anteriormente, característicos de las botas de vaquero, pueden alterar el desarrollo adecuado de los dedos y contribuir a la deformación del pie. Por otro lado, usar chanclas hace que sea necesario doblar los dedos de los pies al caminar, lo que puede resultar en un modo de andar poco natural.
#4 Comprar zapatos rígidos con superficies lisas
Los zapatos de los niños no deben ser rígidos bajo ninguna circunstancia. De lo contrario, los músculos de los pies de su hijo pueden debilitarse y las caminatas largas y las actividades al aire libre ya no serán un placer.
La suela y la parte superior flexibles permitirán el correcto desarrollo de los músculos y, al mismo tiempo, ayudarán a mantener el equilibrio al caminar y brindarán una comodidad de uso incomparable.
También preste atención a las suelas de los zapatos. En lugar de suelas lisas y resbaladizas, elija suelas ásperas y antideslizantes. Gracias a esto, evitarás caídas dolorosas y lesiones en el cuerpo de tu hijo.
#5 Anteponer el precio a la calidad
La frecuencia con la que se renuevan los zapatos de los niños hace que, para ahorrar, muchos padres decidan anteponer el precio a la calidad. No cometas ese error. Elija fabricantes de renombre cuyos productos sean de alta calidad.
Lea las reseñas y eche un vistazo de cerca a los zapatos antes de realizar su compra. Verifique que la estructura se haya realizado sólidamente y asegúrese de que los materiales utilizados sean resistentes al uso diario.
#6 Elegir la talla "a ojo"
Otro error común al comprar zapatos para niños es elegir una talla "a ojo". Independientemente de si compras calzado en una papelería o en una tienda online, asegúrate de que la talla te quede bien.
¿Cómo elegir la talla de zapatos para niños?
Si ha decidido comprar en una papelería, confíe la selección de la talla de zapatos para niños a un especialista. Personal cualificado ajustará el calzado correctamente en poco tiempo. Si esto no es posible, puede hacerlo usted mismo.
Verifique que la distancia entre el dedo más largo de su hijo y la punta del zapato sea la correcta. Para hacer esto, coloque su pulgar a lo ancho. Si se ajusta fácilmente, los dedos de su hijo tendrán suficiente espacio.
Además, asegúrese de que el talón no se salga del zapato cuando camine. Deslice el dedo meñique en la parte posterior del zapato hasta el primer tobillo y listo.
Cuando su hijo no esté dispuesto a cooperar o usted prefiera comprar en línea, trace el pie de su hijo en una hoja de papel colocada sobre una superficie plana. Luego mida la distancia entre los dos puntos extremos y ajuste la longitud obtenida a la tabla de tallas.