Calzado infantil saludable


Un pie sano es un pie feliz.

Un pie sano es un pie feliz. A los niños les encanta explorar espacios, conocer diversas texturas, les fascina el desnivel del suelo y su especificidad. Experimentan impresiones sensoriales a través del tacto, lo que a su vez estimula el desarrollo de su integración sensorial. Por lo tanto, los zapatos para niños deben ser una gran excusa para un recorrido por el mundo un poco más avanzado y no deben limitar al niño.

Zapatos para niños: ¿cuál elegir?

Los zapatos para niños saludables son aquellos que son casi imperceptibles en los pies de un niño pequeño. Por lo tanto, deben ser extremadamente ligeros, suaves, transpirables y correctamente contorneados de tal manera que el pie pueda realizar libremente su trabajo, conservando solo los patrones de movimiento correctos.

Un paso estable es la base para el movimiento seguro de un niño; sin embargo, recuerde que no son los zapatos los que deben ser la fuente para mantener el equilibrio y afrontar los problemas en varios niveles. Esta es una tarea especial para los pies de los niños que están constantemente trabajando, desarrollándose y entrenando. Los zapatos saludables para los niños, por lo tanto, no pueden ayudar al pequeño en estas actividades, sino solo apoyarlo.

Un calzado demasiado rígido y pesado con una parte superior alta limitará la libertad de reacción y provocará molestias. Solo los zapatos flexibles, que se pueden doblar 1/3, cumplirán su función correctamente.

Prestemos atención a las espaldas. En primer lugar, el talón de cada niño es diferente, por lo que lo que se adapta a un niño será inconveniente para el otro. Comprobemos, por tanto, si el coloquial conocido como "talonera" se adhiere bien y no es demasiado rígido.

A veces se pueden usar capelladas altas, por ejemplo, en invierno. Tengamos en cuenta, sin embargo, que es una necesidad superior y si decidimos por una solución de este tipo, comprobemos si la parte superior es lo suficientemente flexible. Al agacharse, jugar en el patio de recreo o correr, el niño debe tener una máxima sensación de libertad de maniobra. Esto lo mantendrá a salvo.

Calzado hogar

Igual de importante es lo que los niños se mueven cuando están fuera de casa, es qué pantuflas usan cuando están en casa. Seamos coherentes. Si prestamos atención a la elección de los zapatos, decidamos también por unas zapatillas saludables para los niños. Evite las chanclas que no sujeten sus pies. Prestemos atención al hecho de que las zapatillas tienen buena forma, son lo suficientemente ligeras y también apoyan el pie. En este caso, el cordal también es de gran importancia. Si realiza su función correctamente, el talón permanecerá en su lugar. Echemos también un vistazo a la suela. Si es relativamente delgado y flexible, no restringirá la libertad de juego de su hijo.

Tengamos también en cuenta los materiales utilizados. La piel sudorosa se deslizará y se irritará. Cuidemos los tejidos delicados o elijamos unas zapatillas de fina piel natural. Revisemos el interior del forro. No debe quedar completamente plano para evitar la deformación de los pies. Prestemos atención al lugar de los dedos y al ancho de los zapatos.

Zapatos de verano

Sandalias saludables para los niños significan disfrutar de los viajes de verano y de muchas horas al aire libre. Para evitar abrasiones y ampollas, busque sandalias de piel suave y muy fina. El pie descalzo en el zapato siente irregularidades, puntos de costura o adornos que sobresalen. Debemos revisar cuidadosamente el interior de los zapatos con nuestras manos, si hay restos de pegamento, nudos, cierres, etc.

Independientemente de la temporada, el calzado infantil debe cumplir determinadas condiciones de uso. También en la temporada de otoño e invierno, solo debemos buscar calzado saludable. Para los días soleados y fríos, elija zapatos con membrana transpirable y suela gruesa. Cuando lleguen las heladas, busquemos botas abrigadas y bien aisladas o botas para la nieve que no restrinjan los movimientos del niño y protejan sus pies del frío y la humedad.

Tengamos cuidado con la selección del tamaño. No todos los estilos de calzado que usa un niño pequeño al mismo tiempo tienen que ser exactamente del mismo tamaño. Puede resultar que compremos botas más grandes debido a la piel de oveja que se calienta en el interior. Por otro lado, los zapatos deportivos ligeramente más finos con una plantilla forrada con una manta encajarán en una talla más pequeña.

Siempre debemos controlar las dimensiones del forro interior, teniendo también en cuenta cuestiones como el grosor de los calcetines y medias del niño. El invierno es el momento de la ropa aislante, la ropa interior térmica, las medias de lana hasta la rodilla y los gruesos pantalones de microfibra. El niño siempre debe usar zapatos debidamente seleccionados, porque es el responsable de la marcha sana, sin restricciones y natural de nuestro niño.