¿Por qué mis zapatos rozan?
Las abrasiones en los pies son en muchos casos causadas por zapatos demasiado rígidos y mal ajustados. En primer lugar, al elegir los zapatos, asegúrese de que sean lo suficientemente flexibles. Deben doblarse cuando se pisan los dedos de los pies sin mucho problema.
Otra causa del roce de los zapatos es un mal calce. Tanto los zapatos demasiado grandes como los demasiado pequeños pueden dificultar la vida, forzando los pies y provocando dolorosas ampollas. Recuerde que el tamaño de sus zapatos puede cambiar con la edad. Por lo tanto, no insista en usar el mismo tamaño durante toda su vida y asegúrese regularmente de que todavía le quede bien.
Algunas deformidades de los pies, como los dedos gordos del pie, también pueden contribuir al roce de los zapatos. La presión de los zapatos que son demasiado estrechos puede causar abrasiones dolorosas.
¡Afortunadamente, sabemos cómo solucionarlo! Descubra nuestras formas comprobadas de lidiar con este problema de una vez por todas.
#1 Combina con la talla de tus zapatos
Al comprar zapatos, elija un modelo que le quede bien. En otras palabras, el talón no debe deslizarse dentro del zapato y los dedos no deben rozar la parte delantera del zapato.
Los zapatos demasiado ajustados pueden hacer que los dedos de los pies y los talones tengan muy poco espacio. Como resultado, puede esperar abrasiones dolorosas e incluso problemas con las uñas. Del mismo modo, para los zapatos demasiado holgados, el pie se desliza hacia adelante y hacia atrás con cada paso, creando fricción adicional y formación de ampollas.
Para evitar que esto suceda, ata bien tus zapatos para evitar que el talón resbale. Una solución comprobada también es usar un calcetín más grueso. Si todavía siente que sus pies tienen demasiado espacio, considere reemplazar sus zapatos por unos más pequeños.
#2 No uses zapatos que no estén gastados
¿Los zapatos nuevos recién sacados de la caja se ven tan fenomenales que casi de inmediato quieres mostrárselos al resto del mundo? ¡Instante! Es una buena idea sacar un nuevo par de zapatos antes de emprender una caminata larga.
Úsalos para distancias cortas o úsalos en la casa cuando realices tus tareas diarias. De esta manera los separas rápidamente para un ajuste perfecto.
#3 Reemplazar el forro
Si tienes rozaduras en los pies, puede ser que la plantilla sea demasiado gruesa. En esta situación, será suficiente reemplazarlo con un inserto más delgado. Gracias a esto, darás más espacio a tus pies y evitarás ampollas.
En algunos casos, puede ser necesario comprar una plantilla ortopédica específica, que funcionará bien en el caso de pies planos o callos.
#4 Evita las puntas de los pies
Los dedos de los pies puntiagudos se ven increíbles, especialmente con zapatos de tacón alto. Sin embargo, asegúrese de que sus dedos no estén aplastados. De lo contrario, además de las rozaduras, puede experimentar hallux e incluso daños en los nervios.
Para evitar que esto suceda, no tienes que renunciar a usar zapatos de punta. Úsalos en vacaciones y elige zapatos con punta redonda todos los días.
#5 Mantén tus pies secos
Si tienes un problema de rozaduras, quizás el problema resida en la sudoración excesiva de los pies. Para eliminar la humedad, cámbiese los calcetines regularmente y, antes de ponérselos, rocíe los pies con talco especial o rocíe con un spray específico.
La humedad del sudor no es el único culpable de ampollas y ampollas. Las condiciones de lluvia son igualmente problemáticas. Entonces su piel se vuelve más propensa a la fricción y las ampollas. Cuando vaya a caminar en los charcos, asegúrese de que sus zapatos no se mojen.
#6 Crea una capa protectora
Ciertas áreas del pie son propensas a la formación de ampollas, especialmente cuando se manipulan zapatos nuevos. Antes de sellar la abrasión después de su formación, actúe preventivamente.
Un yeso pegado en un sitio potencial de ampollas creará una capa adicional de protección y ayudará a prevenir la formación de ampollas. También puede resultarle útil usar calcetines más gruesos.
#7 Reemplaza tus zapatos
Reemplazar los zapatos es un hábito relativamente costoso pero extremadamente importante que vale la pena implementar. Incluso si su par de zapatos favorito todavía está en buenas condiciones, considere si la suela se ha desgastado.
De lo contrario, puede experimentar varios dolores y molestias en las articulaciones de los pies, los tobillos, las rodillas o la cadera, lo que puede provocar abrasiones dolorosas.
¿Qué hacer cuando aparece una ampolla?
Cuando aparece una ampolla, vale la pena detener la caminata. Seguir moviéndose a pesar del dolor intenso puede provocar la ruptura incontrolada de la vejiga e incluso una infección. Si las abrasiones son causadas por calcetines enrollados, quítese el zapato lo antes posible, coloque el parche sobre la vejiga y ajuste bien los calcetines.
Mejor prevenir que curar
Caminar es, sin duda, una de las formas de ejercicio más fáciles y accesibles... siempre y cuando no estés lidiando con pies doloridos, que te hacen temblar y ampollarte con cada paso que das.
Sin embargo, no reemplaces el paseo por sentarte en el sofá frente al televisor. Solo tienes que seguir nuestros consejos y podrás disfrutar del encanto de las cuatro estaciones sin ningún problema.
Si ninguno de los métodos mencionados anteriormente te ha ayudado a combatir las rozaduras y el dolor sigue siendo persistente e interfiere con tu funcionamiento normal, afectando tu calidad de vida, asegúrate de consultar a un médico. Quizás el problema es más complicado y se necesita ayuda profesional.